05 noviembre, 2011

La llamo la "cajita de guardar para luego", pero hasta su nombre es mentira.


  Tengo una cajita de madera muy antigua, con relieve en la parte superior formando espirales. Por lo demás, es completamente lisa, aunque, la verdad, tiene muchas marcas y muescas, porque ha sobrevivido a duras penas al paso del tiempo y no la he cuidado bien. Siempre la olvido por ahí y la recuerdo cuando ya estoy muy lejos, cuando ya ha sufrido las inclemencias del entorno o cuando alguien me la ha robado.
  En ella, en mi cajita de madera, guardo todos los sentimientos que prefiero dejar de lado. No soy capaz de soportarlos dentro de mí, intentándome volverme loca con las reacciones que provocan en mi cerebro e impulsándome a estallar. La llamo “la cajita de guardar para luego”, pero hasta su nombre es mentira. No lo guardo para más tarde, lo expulso para no volverlo a encontrar. Y cada vez que lo hago, una parte de mí muere. Mi corazón se marchita con cada sentimiento perdido, renunciado, desahuciado. Se me congelan los latidos. Creo que me estoy volviendo de piedra, porque estoy relegando demasiadas emociones a mi cajita de madera. Pero no lo puedo evitar, no estoy preparada. No estoy lista para sentir la sensación que producen tus manos al acariciarme el pelo, ni cuando tus labios me recorren el cuello o cuando susurras mi nombre. Hiperventilación, taquicardia, inicios de un infarto, continuo rubor en las mejillas, escalofríos, el vello de punta. Y levito, pero me da miedo. Porque nadie me ha enseñado a volar y, cuando tú me llevas a lo más alto, el terror a caer me retuerce por dentro. Me atemorizo, gimo y me apresuro a bajar, a sacarte de mí, a alejarme de tu cariño, porque sé que, si no, me volveré adicta a él. A ti. Y entonces, estoy segura de que romperás mi cajita de manera y, todos esos sentimientos que he atesorado con el paso de los años, reprimiéndolos con tanto esfuerzo para proteger a mi débil corazón, explotaran en mi interior. Y eso también me da miedo.
  Quizá es solo inseguridad. Quizá solo necesito que me des la mano y me prometas que cuidarás de mí cuando eso pase, que me reconstruirás si me rompo en pedazos cuando ya no queden más que las cenizas de mi cajita de madera. Quizá necesite oír un te quiero, aunque mis labios no sean capaces de pronunciar ninguno. Aún no estoy lista para abrirte mi corazón, pero quizá, y solo quizá, necesite que el tuyo lata por mí durante un tiempo.

2 comentarios:

  1. Me parece realmente precioso . pensaba que iba a ir de recuerdos olvidados o algo de eso pero me ha impresionado la verdad , me gusta mucho.
    Lo que cuando leí esto "intentándome volverme loca" ¿no seria intentando volverme loca?
    por lo demás simplemente me ENCANTO!

    ResponderEliminar
  2. Oh, shit. Tienes razón :( Pero bueno, lo dejo así porque no sé como editar una entrada .___."
    ¿Te gustó? ¿en serio, en serio? *-* Ains, ains, me esperaba un no ♥

    ResponderEliminar